¡Qué buena idea sería estudiar el comportamiento sexual durante el Mundial del deporte más popular del mundo! Si hay un objeto de estudio ideal para ello es Argentina, país apasionado por el fútbol. El fútbol es el ritual que millones de argentinos practican y que trasciende, por el poder que tiene, su mismo ámbito. Por estas horas previas al inicio de la Copa del Mundo en Qatar, los argentinos buscan la manera de escapar de responsabilidades como el trabajo o la familia en los horarios que jugará la Selección.  Tendrá tanta importancia que el sexo quedará relegado.

“Estoy casi convencida de que los nervios y ansiedad que se vivirán esos días, podría afectar el funcionamiento habitual que tenemos en la intimidad. Los argentinos somos muy pasionales con el fútbol”, asegura Agustina Soria Gómez (@psicoagus). La psicóloga y sexóloga considera que el resultado de los partidos podría funcionar como un generador de ánimo para intimar no sólo si hay victoria. “Muchas veces, el sexo suele ser una buena práctica para canalizar el estrés y algunas otras emociones negativas”, explicó Soria Gómez.

Por su parte, Guillermo Golcman planteó un punto interesante y favorable, por cierto, en el tándem fútbol mundial-sexo. El médico sexólogo reconoce que en sus pacientes, este deporte es más motivo de conflicto que de acercamiento teniendo en cuenta que todavía no hay tanta masividad en el acercamiento de las mujeres hacia la actividad. “En el Mundial, esto cambia”, advirtió Golcman. “Hay una aceptación del fútbol en la pareja. En ese período puede ser que, lo que es un conflicto durante el año, deje de serlo. En ese tiempo las parejas mejoran su relación y eso deriva en un mejor o mayor sexo”, agregó.

Soria Gómez también lidia con la misma situación. “En consultorio, escucho más la queja femenina de cuánto los hombres dedican energía, tiempo libre y compromiso en el deporte y las dificultades que eso conlleva”, explicó la profesional.

La época mundialista cada cuatro años, a diferencia de otros momentos del calendario futbolero, atrapa inevitablemente a hombres y también a mujeres. “Mediáticamente hay más imágenes que apuntan publicitariamente a cuestiones sexuales. Hay más exposición de los cuerpos y hay más imágenes eróticas en los medios. Entonces, en cierto modo, puede mejorar o aumentar el deseo sexual en quien está predispuesto a asimilar este tipo de discurso”, indicó Golcman.

La profesional, en tanto, considera que la lógica proporcional se produce en el mundial. Si el equipo gana, la euforia causará más ganas y ánimo para la sexualidad; el festejo llevará a intimar. Si la derrota sucede, sucederá lo opuesto y por lo tanto el deseo sexual disminuirá. “En ese contexto, será importante determinar cuándo estamos o no cultivando el cuidado por la pareja y el erotismo”, llamó a reflexionar Soria Gómez.

¿Y los jugadores?

Entendimiento, acuerdo, punto de encuentro parece ser la mezcla para que una pareja disfrute cada cuatro años la cita mundialista. ¿Y cuál será el mix para que el jugador pueda tener un equilibrio? No parece haber una fórmula precisa, pero siempre la situación es evaluada, no sólo en el fútbol, sino en el deporte de alto rendimiento también. Al ex técnico Carlos Salvador Bilardo, los respaldan los resultados cuando se lo compara con lo sucedido en Rusia 2018.

“El Narigón” se graduó como médico ginecólogo. Él era taxativo y a sus jugadores no les permitía tener relaciones sexuales salvo tres días antes del partido. La obtención de la Copa del Mundo 1986 y la final lograda en Italia 1990 otorgan razón empírica a su exigencia. El Mundial pasado refuta un poco la teoría del Bilardo: las selecciones de Chile, Rusia, México y Bosnia fueron las que revelaron públicamente la prohibición de sexo a sus jugadores. Salvo el seleccionado local, el resto no estuvo entre los ocho mejores equipos del torneo.

“Es un gran mito creer que tener relaciones sexuales, sobre todo en una persona joven y con la preparación física de un futbolista de élite, vaya a influir en el rendimiento deportivo. Como profesionales que son, imagino que los jugadores tendrán como prioridad el Mundial y quizás no tengan cabeza para el sexo”, sentenció Soria Gómez.

Golcman analizó la teoría Bilardo. “Cada técnico tiene ‘su librito’. Bilardo no les permitía tener sexo porque hay una creencia de que los iba a cansar. Está la creencia de que la expulsión de semen trae una disminución de energía. Otros piensan que el bienestar mental de los jugadores también es importante y que el confort sexual, es parte del bienestar general, así que son más permisivos. Pero en general, lo que prima es que toda la energía que se va a perder en la eyaculación, se la puede utilizar para el partido. Entonces, les prohíben el sexo y ahora en Qatar más todavía”, resaltó el médico sexólogo.

Crítico

Golcman puso de manifiesto algo que no ocurrió en otras Copas del Mundo, ya que por primera vez se celebra en un país árabe de Ley Islámica, con todo tipo de restricciones. Hace un par de meses el Comité Supremo del gobierno local anunció que las relaciones sexuales mantenidas por personas de distinto sexo que no tengan vínculo matrimonial serán penadas con prisión.

“Me parece una aberración que el Mundial se haga en Qatar cuando un gobierno expresa explícitamente su homofobia… su sexofobia, básicamente”, opinó Golcman. “Es muy grave social y sexualmente. Las políticas conservadoras que está imponiendo el gobierno Qatarí, sobre todo en relación a la diversidad sexual, deberían ser penadas con suspender el Mundial. Pero evidentemente hay mucho dinero en juego, entonces ningún país salió a expresarse públicamente y a gran escala en contra de estas medidas. El mundo tendría que ir por otro lado”, sentenció el profesional con un tono de lamento.

“Puede que solo por el tiempo del Mundial. Algunas prioridades cambien. Cómo (Guillermo) Francella en la película ‘El secreto de sus ojos’, hay cosas que somos capaces de cambiar, pero de pasión, como el fútbol, no”, comparó Soria Gómez.